1. Identifica la meta por la que se plantea el proyecto
¿Existe un CASO DE NEGOCIO?
Si no, recopila información, analiza y documenta lo esencial.
Sin una meta definida no podrás definir correctamente objetivos y menos aún establecer los entregables que van a forman el proyecto.
Cualquier decisión que tomemos durante su transcurso, puede que no esté alineada con dicho fin, o simplemente no aporte valor.
2. Asegúrate que estén definidos los objetivos
Utiliza una TABLA DE OBJETIVOS E INDICADORES
Los objetivos dicen donde vamos, cuándo hemos terminado, cómo es el éxito del proyecto. Son los pasos que se quieren cumplir para alcanzar la meta del proyecto.
Si no tenemos objetivos, nunca los podremos alcanzar.
Si no tenemos objetivos, no estamos desarrollando un proyecto.
3. Desarrolla un documento de Inicio del Proyecto
NO COMIENCES UN PROYECTO SIN UN DOCUMENTO DONDE EL PROMOTOR LO AUTORICE
Un Charter, un Acta de Constitución del proyecto, o cualquier otro documento, por muy simple que sea, que nos sirva para definir el proyecto y autorizarlo.
Contenido: Problema/Oportunidad/Meta. Objetivos/Indicadores. Descripción general del proyecto. Riesgos preliminares. Cronograma de hitos. Presupuesto preliminar. Criterios de aprobación. Director del proyecto. Interesados clave. Patrocinador y niveles de autoridad.
4. Identifica a los INTERESADOS del proyecto
IDENTIFICA LOS INTERESADOS CLAVE DE TU PROYECTO.
Clasifícalos en función de su Poder e Interés en el proyecto.
Identifica sus requisitos y expectativas y tenlos en cuenta.
Utiliza una MATRIZ DE INTERESADOS para visualizar la Estratégia de gestión para cada uno de ellos. (Define su Nivel de Participación y su Nivel de Información).
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